martes, 24 de junio de 2008

Hacia un nuevo esquema de la biología del ejercicio

Hasta dónde puede llegar un atleta sin poner en riesgo su salud se desconoce. También la fisiología del músculo. Una teoría centenaria que apuntaba al ácido láctico, una sustancia segregada por el organismo, como el principal culpable de la fatiga muscular ha caducado. Numerosos estudios aportan nuevas teorías sobre cómo utiliza el cuerpo sus nutrientes para generar la energía necesaria para superar las metas humanas.
Hasta hace poco se pensaba las agujetas se generaban por la formación de pequeños cristales de ácido láctico en el músculo, pero investigaciones realizadas en los últimos años apuntan no sólo que esta sustancia no es dañina para el músculo sino que es una fuente de energía. Sin embargo, poco se conoce sobre el dolor típico de las agujetas o del causado por la fatiga muscular tras un gran esfuerzo, ya que la mayoría de las investigaciones se han hecho en animales y en condiciones diferentes de las que sufren los atletas.
"Las agujetas son distintas al dolor producido por un esfuerzo extremo. En la primera no hay fatiga mientras que en la segunda sí se sufre fatiga además de originarse un fuerte dolor en glúteos, cuádriceps y brazos", afirma José Luis Martínez Rodríguez, responsable nacional de pruebas combinadas de la Real Federación Española de Atletismo.
El cuerpo humano no es capaz de funcionar sin energía. Existen diferentes sistemas que transforman los nutrientes ingeridos a través de la dieta en pequeñas moléculas de energía. Uno de ellos es el que proporciona energía en actividades de alta intensidad y corta duración, de uno o dos minutos. En ese proceso no se utiliza el oxígeno, por lo que se denomina metabolismo anaeróbico, es decir, la transformación de la glucosa en ácido láctico y en moléculas de energía.
Cuando el oxígeno interviene en las reacciones energéticas, el proceso se denomina sistema aeróbico, en él no se produce el 'famoso' ácido láctico y la energía generada es mucho mayor que en la fase anaeróbica.
Hasta ahora se pensaba que el ácido láctico generado en un ejercicio de alta intensidad era el responsable de la fatiga muscular.
De hecho, muchos entrenadores y atletas desarrollan programas para trabajar en el "umbral láctico". Aunque, como explica José Luis Martínez, en los entrenamientos no se habla de ese umbral sino que se trata de ir "más allá del esfuerzo extremo. A ese nivel de lactato, el atleta tienen una reserva energética que le permitirá seguir y superar a los demás".
Según este experto, que lleva entrenando a cuatro generaciones de atletas en nuestro país, todo el entrenamiento va encaminado a convivir más tiempo con un ácido láctico muy alto y poder seguir con el ejercicio a ese nivel. En cuanto a las teorías existentes sobre la fatiga tras un gran esfuerzo, José Luis Martínez es contundente, "el trabajo del músculo aún no se conoce".

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